Historia del Hospital de Campamento vespucio

El Hospital de Campamento Vespucio: Un legado de la era de YPF en Salta

En las profundidades de la provincia de Salta, entre los majestuosos paisajes , se encuentra el Hospital de Campamento Vespucio. Este centro de atención médica es testigo de una historia singular que se remonta a los años en que YPF, la empresa  de petróleo y gas de Argentina,  estableció un campamento en la zona para explotar los recursos naturales de la región.

Fue en la década de los 50 cuando la fiebre del petróleo llegó a Salta, y con ella, la necesidad de infraestructuras y servicios para atender a la creciente población del campamento de Vespucio. YPF, consciente de esta demanda, decidió construir un hospital que brindara atención médica a sus trabajadores y a la comunidad .

Así nació el Hospital de Campamento Vespucio, un edificio modesto pero funcional, que rápidamente se convirtió en un punto de referencia en la región. En sus inicios, el hospital contaba con un número limitado de camas y un equipo médico reducido, pero fue capaz de brindar atención básica a los residentes del campamento y a los trabajadores de YPF que arriesgaban sus vidas en la industria del petróleo.

Con el tiempo, el hospital fue creciendo y adaptándose a las necesidades cambiantes de la región. A medida que la industria del petróleo se expandía y el campamento de Vespucio se convertía en una pequeña ciudad, el hospital también se expandió y mejoró sus instalaciones. Se construyeron nuevas salas de emergencia, se adquirieron equipos médicos de última generación y se incorporaron más especialidades médicas.

Durante décadas, el Hospital de Campamento Vespucio fue el corazón de la atención médica en la región. No solo atendía a los trabajadores de YPF y a sus familias, sino que también se convirtió en el refugio de los habitantes de los pueblos cercanos, que encontraban en sus puertas la única posibilidad de recibir atención médica de calidad.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la situación cambió drásticamente. La privatización de YPF en los años 90 y la posterior crisis económica tuvieron un impacto significativo en el hospital. Los recortes presupuestarios y la falta de inversión provocaron la disminución de personal médico y la falta de mantenimiento de las instalaciones

El  hospital está en un lamentable  abandono

 Mientras algunos aseguran que en el abandonado edificio del hospital Vespucio escuchan ruidos extraños, observan luces intermitentes y hasta perciben fuerzas sobrenaturales que, obviamente, no pueden explicar, la mayoría de los vecinos recuerda con tristeza la época de esplendor de ese nosocomio y del pueblo en general. Hoy, el establecimiento es utilizado por indigentes que, burlando al único sereno, permanecen en el interior.

Pero la mayor preocupación es que algunos adolescentes se reúnen en las ruinas del edificio que carece de control.

Andrés Martínez es el único sereno de lo que queda de ese hospital, en ruinas en los últimos 15 años. "Acá hay cosas raras. Desde que estoy aquí siempre escuché ruidos, pero más que eso siento como una fuerza extraña, no sé si me entiende", afirma en coincidencia con otros vecinos.

Estela reside muy cerca del hospital y comenta que "muchas personas que vivieron en Vespucio hace muchos años y que después de la privatización de YPF se fueron a otras provincias, ven lo que quedó del hospital y se sorprenden. Me preguntan si es verdad que se escuchan ruidos extraños o si 'asustan'. Una vecina me decía que escuchó sonidos muy extraños, pero a mí nunca me pasó nada y eso que vivo cerca desde hace mucho tiempo".

Recuerda que "años atrás desconocidos ingresaron para robar, porque se comenta que todavía quedan cosas dentro del hospital. En esa oportunidad se produjo un incendio y por allí siguen ingresando. Algunos vienen a robar lo que queda y otros son jóvenes que entran como una aventura. Pero me parece que es muy peligroso y los adolescentes no toman verdadera dimensión".

Total abandono 

El hospital de campamento Vespucio  fue, por décadas, el centro neurálgico de esa localidad ubicada en jurisdicción del municipio de General Mosconi, entre las serranías del oeste y al pie de un imponente cerro. Solo basta recordar el movimiento diario de personas, vehículos, ambulancias, ómnibus que trasladaban gente de Mosconi, Tartagal, Aguaray y Salvador Mazza, para evidenciar aún más el abandono en el que cayó el hospital.

Su estructura edilicia era tan grande que fue el primero que contó con cuatro equipos de aire acondicionado central que abastecían los 20 consultorios externos, laboratorios, salas de diagnóstico por imagen, salas privadas de internación, quirófanos y salas compartidas para quienes permanecían internados, pero con patologías de menor riesgo. Todo el predio que lo circundaba estaba cuidadosamente parquizado y si había algo que se destacaba era el servicio de comedor de primerísima calidad. El hospital contaba con cocinas industriales, impecables por donde se las mirara, como todo el edificio.

Hoy es una triste postal de la decadencia en la que la zona cayó desde hace casi 25 años, un largo período que sin embargo no fue suficiente para revertir la situación. En la actualidad el edificio sigue perteneciendo a la firma Hospital Vespucio S.A. La empresa se conformó por extrabajadores del nosocomio, quienes recibieron todas las propiedades del hospital y también las enfermerías totalmente montadas con tecnología de avanzada.

Aún hoy, en el interior hay una parte del mobiliario que lució durante décadas, cuando brindaba atención a los más de 5.000 afiliados y sus familias de la entonces estatal YPF.

Instalaciones 15 de junio 2023 Hospital vespucio


Comentarios

  1. estimados, alguien tendrá un plano de arquitectura donde se pueda ver donde era la sala de partos? gracias

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